Aunque la OEA no envió ninguna convocatoria para el evento, su secretario general, Luis Almagro, asistió al acto de “instalación del Supremo” pese al malestar que ha causado esta iniciativa sin precedentes entre los Estados miembros, incluso entre los críticos con el presidente Nicolás Maduro. La Asamblea Nacional designó en julio a 33 magistrados con la idea de que reemplacen a 33 jueces en ejercicio de esa instancia, al considerar que están al servicio del Gobierno y que fueron nombrados con graves irregularidades.
Almagro fue recibido en el Salón de las Américas, el gran salón de actos de la OEA, con una gran ovación de las decenas de asistentes. Los magistrados fueron subiendo uno a uno al palco del salón, en el que este viernes no estaban las banderas de los 35 Estados miembros ni el cartel con el logotipo de la OEA. El evento comenzó con el himno nacional de Venezuela y el grito más oído entre los asistentes, algunos con banderas de Venezuela, ha sido: “¡Justicia!”.
Los jueces nombrados por la oposición llevan más de dos meses perseguidos por la justicia, refugiándose en embajadas en Caracas, exiliándose en otros países y uno de ellos en prisión domiciliaria en Venezuela. “Como un mecanismo de presión internacional contra la dictadura instaurada en Venezuela, se decidió de manera inédita instalar un Tribunal Supremo de Justicia explican los magistrados en la nota que enviaron a la prensa.
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